martes, 18 de septiembre de 2007
Anacrónico amor
Se escuchaba el alarido del atardecer
muriendo sobre los fríos brazos de la noche,
arriando su clara bandera
sobre el alto mástil del horizonte;
y nuestro días se apagaron,
como focos que se rompen.
nuestro amor se ha caído,
como cae un duro roble.
discúlpame amada mía si mis palabras
birlan la sonrisa de tu rostro
u opacan la luz de tus mañanas.
No quiero ser sonido bronco
que asuste tus oídos,
ni grande roca que se oponga
a la corriente de estos ríos
mi ser abdica el placer de tus besos
y contengo la sensación de dolor,
soy como un ave volando raudo
al cruento designio de éste amor;
aprehendo recuerdos de nosotros dos
para reflejarlos en cada alborada,
discúlpame si es tu intención que asole tu recuerdo
pero, tú fuiste mi anacrónica enamorada.
a veces la verdad se siente acre al gusto,
disculpa mis estrofas por tanto color...
te regalo el arte de mi alma,
mi poesía, mi más hermosa flor.
Bella mujer de pétalos violetas
eres la máxima expresión del amar,
nunca seas un común espejo
tú eres algo más, un cristal.
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